Declaración científica de 2022 sobre la erradicación de la poliomielitis: La necesidad urgente de lograr un mundo libre de poliomielitis

La pandemia de COVID-19 ha causado la interrupción más sostenida de la salud pública y la inmunización en una generación, lo que ha causado una disminución significativa en la cantidad de niños que reciben vacunas que salvan vidas. Para la lucha por erradicar la poliomielitis, esta realidad se combina con otros desafíos, como los conflictos y los desastres naturales relacionados con el cambio climático, y amenaza con revertir los logros obtenidos con tanto esfuerzo.

La poliomielitis es una enfermedad altamente infecciosa que puede causar parálisis irreversible y se ha cobrado la vida de demasiadas personas durante el último siglo. Tan recientemente como 1988, hubo un estimado de 350,000 casos anuales de poliomielitis salvaje paralítica en más de 125 países¹. Pero los esfuerzos heroicos de los trabajadores de primera línea, las comunidades, los gobiernos locales y los socios globales han llegado a cientos de millones de niños con vacunas contra la polio y han reducido los casos de polio en un 99.9%². Estos esfuerzos de vacunación han evitado que aproximadamente 20 millones de niños sufran parálisis³.

En la actualidad, Pakistán y Afganistán son los dos últimos países donde se encuentra poliovirus salvaje endémico. Este año, al 25 de agosto de 2022, se han registrado 15 casos de poliomielitis salvaje en un brote concentrado en Pakistán⁴, todos aislados en el sur de Khyber Pakhtunkhwa (KP), y uno en la provincia vecina de Paktika en Afganistán. El mundo tiene ahora una oportunidad histórica de acabar con la poliomielitis para siempre.

Sin embargo, el progreso de la comunidad mundial contra la enfermedad sigue siendo frágil. En áreas de alto riesgo para la transmisión del poliovirus, existen desafíos persistentes para llegar a todos los niños con vacunas. El conflicto y la inseguridad interrumpen los servicios y complican los trabajos difíciles de los trabajadores de la salud, mientras que los rechazos de vacunas continúan debido a la desinformación y la fatiga de la comunidad, que se agudiza por las experiencias durante la pandemia de COVID-19. Estos desafíos permiten que persistan los últimos focos de transmisión del poliovirus salvaje y contribuyen a los brotes continuos de la variante del poliovirus (poliovirus circulante derivado de la vacuna [cVDPV]), que pueden surgir en comunidades insuficientemente inmunizadas o no inmunizadas. 

En este momento único, nosotros, un grupo internacional de científicos y expertos en salud, nos hemos unido para enfatizar la necesidad urgente de erradicar la polio y respaldar firmemente el Plan Estratégico de la Iniciativa de Erradicación Mundial de la Poliomielitis (IEMP) 2022-2026. La estrategia tiene como objetivo superar los obstáculos restantes, fortalecer los sistemas de salud en los países afectados y lograr un mundo libre de poliomielitis para 2026.

Como pediatras, clínicos, epidemiólogos y expertos en enfermedades infecciosas afirmamos que:

1. Los desafíos recientes subrayan la necesidad urgente de erradicar la poliomielitis.   

• Un brote de poliovirus salvaje tipo 1 en Malawi y Mozambique este año, relacionado genéticamente con el poliovirus detectada en 2019 en Pakistán, subraya la importancia de que todos los países prioricen las actividades de inmunización para evitar futuras importaciones mientras continúan los esfuerzos para interrumpir de forma permanente la transmisión del poliovirus en Pakistán y Afganistán.

• El reciente descubrimiento del poliovirus en el Reino Unido y en los Estados Unidos, países que eliminaron la polio hace décadas, demuestra una vez más que el poliovirus en cualquier lugar es una amenaza en todas partes.

• Las inundaciones sin precedentes y el desplazamiento de personas en las provincias de Sindh y Baluchistán de Pakistán este año amenazan con más interrupciones en los servicios de inmunización y la reversión de los logros contra la polio. Esto debe evitarse a toda costa.

• Los brotes de  poliovirus variante plantean una amenaza grave y creciente en las poblaciones insuficientemente inmunizadas y no inmunizadas, en particular en algunas regiones de África de difícil acceso.

2. Con nuevas herramientas y enfoques, incluida la nueva vacuna oral contra la poliomielitis, creemos que se puede lograr la erradicación.  

• ·       Las vacunas contra la poliomielitis son muy eficaces, como lo demuestra la erradicación de los tipos salvajes 2 y 3 en 2015 y 2019, respectivamente. Solo queda el poliovirus salvaje tipo 1. Pero es la vacunación lo que previene la poliomielitis, no las vacunas. Es fundamental vacunar hasta el último niño para terminar las cadenas finales de transmisión y erradicar la enfermedad.

• La Estrategia IEMP 2022-2026 acelera el lanzamiento de una nueva herramienta, la nueva vacuna oral contra la poliomielitis tipo 2 (nOPV2), para ayudar a detener los brotes de poliovirus variante de manera más sostenible. Ya se han administrado casi 500 millones de dosis de nOPV2 en 21 países. Después del uso a gran escala de la nOPV2 en 2022, no ha habido nuevas emergencias de cVDPV2 en todo el mundo, y los datos de vigilancia continúan mostrando que el virus de la vacuna no está volviendo a mutar a una forma virulenta.

• La estrategia tiene como objetivo gestionar la información errónea sobre las vacunas a través de nuevas herramientas de escucha social, junto con un fuerte compromiso con las comunidades locales y personas influyentes para generar confianza y aceptación de la vacuna.

• El plan fortalece las asociaciones del programa con países endémicos, afectados y de alto riesgo, apoyando a los gobiernos para mejorar la gestión y las operaciones de las campañas de vacunación al tiempo que integra mejor las actividades contra la poliomielitis con los servicios de inmunización de rutina y programas de salud más amplios que satisfacen las necesidades de las comunidades.  

3. Los esfuerzos de erradicación de la poliomielitis fortalecen significativamente la preparación para pandemias, así como los sistemas de salud e inmunización en todo el mundo.  

• Las herramientas, la infraestructura y los conocimientos desarrollados para erradicar la poliomielitis han salvado innumerables vidas en todo el mundo. Los trabajadores contra la poliomielitis han brindado durante mucho tiempo otras importantes intervenciones y servicios de salud a los niños, incluidas las vacunas contra el sarampión y otras inmunizaciones de rutina, el registro de nacimientos, el asesoramiento sobre la lactancia materna, la administración de suplementos de vitamina A, la promoción del lavado de manos y la prevención y el tratamiento de la diarrea.  

• El programa de polio ha establecido un sistema de vigilancia mundial activo que es único en escala y capacidad, que incluye 145 laboratorios en 92 países. Esta intrincada red ahora se está utilizando más allá de la erradicación de la poliomielitis, detectando y respondiendo al COVID-19 y otras amenazas para la salud pública, como el sarampión, la fiebre amarilla, el tétanos neonatal y la influenza aviar. Este extenso sistema de vigilancia de alta calidad asegura la detección temprana de brotes y campañas de respuesta oportunas, minimizando el riesgo y las consecuencias de una propagación adicional.

• Desde los primeros días de la pandemia de COVID-19, el personal, los recursos y la infraestructura contra la poliomielitis en Pakistán, Afganistán y muchos países africanos afectados por la poliomielitis han sido fundamentales como primera línea de defensa para ayudar a combatir la COVID-19. La experiencia de los trabajadores de la poliomielitis y las herramientas desarrolladas para rastrear el virus y entregar vacunas continúan fortaleciendo a los gobiernos en su respuesta a la pandemia.

• Una inversión en la poliomielitis es también una inversión en los sistemas de salud e información en general, incluido el fortalecimiento de la preparación y la respuesta ante pandemias, como lo demuestra el apoyo crucial que el programa contra la poliomielitis ha brindado en respuesta a otras emergencias de salud. Los estados frágiles, en particular, dependen en gran medida de la infraestructura contra la poliomielitis y de la financiación de la IEMP para la inmunización y la prestación de atención primaria de la salud.  

4. Los esfuerzos de erradicación de la poliomielitis deben financiarse en su totalidad. No hacerlo crearía riesgos y consecuencias inaceptables.  

• Invertir en la erradicación de la poliomielitis es muy rentable y podría ahorrar aproximadamente 33,100 millones de dólares estadounidenses este siglo, en comparación con el costo de simplemente controlar el virus y responder continuamente a los brotes⁵.  

• Si no se logra la erradicación y la subsiguiente terminación de la IEMP, podría causar un resurgimiento global de la poliomielitis, lo que generaría un número significativamente mayor de casos de poliovirus salvaje (WPV) y una mayor propagación de brotes de variantes de poliovirus⁶. También tendría un impacto muy negativo en los esfuerzos generales de inmunización y equidad de vacunas, especialmente para los programas ampliados de inmunización (EPI), en países de todo el mundo

Nosotros, miembros de la comunidad científica mundial, declaramos nuestra continua convicción de que la erradicación de la poliomielitis es factible y se necesita con urgencia. Instamos a:  

• Que los líderes de los países endémicos se mantengan totalmente comprometidos y responsables para detener la transmisión.

• Que los líderes de los países afectados por la poliomielitis prioricen una respuesta urgente y de alta calidad al brote, incluidas las actividades de vacunación ampliadas, la vigilancia intensificada y la seguridad necesaria para los vacunadores y el personal de apoyo.

• Que los socios de la IEMP se comprometan a fortalecer la integración entre la vacunación contra la poliomielitis, la inmunización de rutina y otras iniciativas vitales de salud en las comunidades afectadas por la poliomielitis.

• Socios y donantes para financiar completamente el Plan Estratégico de la IEMP 2022-2026.

• La sociedad civil y los líderes comunitarios mejoren sus compromisos de promoción para continuar apoyando los esfuerzos para poner fin a la poliomielitis.  

Lograr y mantener un mundo libre de polio significa que todos los niños estarían a salvo de quedar paralizados por esta devastadora enfermedad prevenible para siempre, y ninguna familia tendría que volver a soportar la tragedia de la polio. Debemos trabajar juntos y aprovechar esta oportunidad para relegar la poliomielitis a los libros de historia, de una vez por todas.